domingo, 27 de septiembre de 2009

El castillo I



Si tuviéramos que hablar de la señal de identidad de nuestro pueblo sería sin duda el castillo.

Parece ser según los estudiosos en el tema que su historia se remonta a época remota, allá por 850 a.C., en ese año aparecen los Celtas en este lugar de la Lusitania, dominándolo Seria.

Después fueron los romanos los que construírian un castro en el lugar donde hoy se encuentra el castillo, después serían los árabes lo que aprovechan dicha construcción para edificar a comienzos del S. XI una pequeña alcazaba de adobe para proteger a los habitantes de Seridja. A partir del siglo XIII pasará a manos cristianas.

Después de ser conquistado por las tropas del Maestre de la Orden de Santiago, D. Pedro González Mengo será quien realice en él las primeras transformaciones separando el castillo de la muralla que rodeaba la población.

Posteriormente fue entregado a D. Lorenzo Suárez de Figueroa, desde entonces, Feria estaría ya ligada a esta ilustre familia creadora del más poderoso feudo dentro de Extremadura. Será en 1460 cuando se acomete la construcción del nuevo castillo que cimentado por las ruinas del anterior no se concluirá hasta 1513 por los sucesores de D. Lorenzo. El 5º conde de Feria será elevado en 1567 por Felipe II a la dignidad de Duque.

Fue un importante baluarte de la comarca hasta que en 1811 fue en parte destruido, junto con la antigua parroquia que estaba adosada a sus murallas por las tropas de Napoleón.

Edificado, como se citó anteriormente, sobre las ruinas del castro romano, de cuyo recinto aún se conservan vestigios, se levanta altivo sobre el empinado cerro, la enorme mole de su cuadrada torre del homenaje, desde cuya terraza "El balcón de Extremadura" se divisan parte de los castillos de Villalba y Nogales, panorámica inigualable sobre "Tierra de Barros".