Cuando la noche comenzaba y el sol acababa su jornada, un gran número de paisanos y algún que otro visitante, nos dirigimos caminando hacia el castillo del pueblo.
La reunión era hoy en el patio de armas de nuestro edificio más emblemático. Esta noche, uno de nuestros paisanos, nos deleitaría con un amplio repertorio de obras musicales de distintas épocas, medievales, barrocas, renacentistas, del romanticismo, etc. Todo ello bajo una fantástica noche, sin el frío y el viento que todos los coritos preveíamos.
Cuando comenzó el concierto, Javi apareció en el interior de la torre del homenaje, tras el tran ventanal tocando su violín, desde donde nos deleitó a todos los allí presentes. Poco después se subió a una de las almenas del castillo para seguir tocando, mientras sus dos compañeros le acompañaban desde el improsivisado escenario con sus guitarras. No sólo el patio de armas, si no todo el pueblo podía escuchar tan deliciosa melodía.
Disfrutamos muchísimo todos los allí reunidos, ya que fuimos testigo del primer espectáculo que allí se celebraba, en nuestro castillo, en ese edificio tan emblemático del que todo corito/a está tan orgulloso. Era como volver a la época medieval donde los juglares se prodigaban en los castillo en busca del deleite del señor feudal y de sus caballeros.
Confiemos en que no sea el único acto que en tan majestuoso lugar se celebre.
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